Descubriendo cartas: 5 de Oros y La Torre

viernes, 6 de junio de 2008

 

Mazo: Osho Zen Tarot

5 de Oros: El Forastero

En la carta vemos la imagen de un niño de espaldas, detrás de una reja observando los colores que hay al otro lado de la misma. Él podría abrir la reja, pero no se da cuenta y se queda solo del otro lado.

Esta carta simboliza el sentimiento de ser un niño pequeño y desamparado. Este sentimiento provoca que nos sintamos como extranjeros, marginados, solos y apartados. Esta sensación viene de haber perdido algo externo que nos brindaba seguridad.

Ante esa pérdida se produce una regresión, un volver a un estado infantil en el cuál nos sentimos sin recursos. Y por otro lado también trae la sensación de que esa pérdida se produjo porque no valemos lo suficiente o porque hicimos algo mal. Estos sentimientos tienen raíces profundas, se originan en experiencias muy tempranas de la infancia y el comentario de la carta invita a reconocer la situación, a observar que el dolor viene de situaciones del pasado y a estar alerta y consciente para no recrearlo una y otra vez. La carta invita a madurar, a dejar de esperar que alguien nos proteja y consuele, a pararnos sobre nuestros propios pies y a buscar nuestra propia conexión con la existencia yendo hacia dentro, observando y estando alertas.

La Torre: El rayo

En la carta vemos la imagen de una torre quemándose, siendo alcanzada por varios rayos y se observa también a un hombre y a una mujer cayendo de la misma. Al fondo se ve una figura meditativa que representa la consciencia observando.

Esta carta simboliza el desmoronamiento de estructuras que proporcionaban seguridad. Si bien esta situación produce incomodidad, desorientación y sentimiento de pérdida, por otro lado, si se atraviesa conscientemente, puede ayudar a evolucionar, a percibir la realidad con mayor claridad y a emerger más fuertes y libres.

La figura meditativa representa la actitud adecuada que puede proporcionar el mantenerse centrado y con discernimiento durante el proceso.

El 5 de Oros y La Torre juntos podrían representar en lo afectivo por ejemplo una situación en la que nos sentimos excluidos y sentimos que tenemos que hacer cosas para que los demás nos valoren y nos quieran, para que finalmente nos incluyan en sus vidas. Desde este lugar de baja autoestima, los vínculos no tienen bases sólidas y verdaderas, por eso se desmoronan como la figura de El Rayo. Si bien la experiencia es dolorosa, es necesaria la ruptura de esa estructura de relación, para poder abrirse a una forma de relación más sana y positiva. La transformación va a surgir de la toma de consciencia de la estructura disfuncional, de sus causas y de desidentificarse de la misma para poder dejarla atrás.

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